30 ago 2010

Sabores de Serbia: Kafana y restaurants típicos


Hola a todos!
Cómo están? Espero que hayan tenido un hermoso fin de semana.

El post de hoy continúa con la serie sobre ese ''alma" serbia de la que les hablaba el otro día (o al menos sobre cómo yo entiendo esa alma). En éste y en los próximo posts les voy a hablar de los sabores tradicionales y dónde encontrarlos, y voy a ir acompañando recetas de comidas típicas, por si quieren reproducir algo de la cultura balkánica en su casa, donde sea que ustedes se encuentren. A este respecto, es bueno aclarar que los sabores que se consideran tradicionales en Serbia, son sabores compartidos con el resto de los países de los Balkanes y que formaban parte de la ex-Yugoslavia ( si bien cada país, claro, introduce pequeñas modificaciones). Después de todo, son países que tienen siglos de historia en común. También les voy ir contando dónde encontrar estos sabores nuevos si viajan a Belgrado. Espero que les gusten, que los prueben y que, si viajan, los disfruten tanto como nosotros los disfrutamos cuando vamos de vacaciones allí.


De acuerdo a mi experiencia, el recorrido gastronómico de Belgrado, por así llamarlo, se divide en  4 sectores distintos*: la calle Skadarlija, la zona céntrica,alrededor de Knjez Mihajlova,  la zona que va desde el Boulevard  Kralja Aleksandra (al que los locales llaman, simplemente, "El Boulevard") hasta el Boulevard Despota Stefana (especialmente en la zona de intersección entre estos dos, desde el Palacio de la Asamblea Nacional hacia este último y los "Floats"o restaurants y bares flotantes, que se encuentran a lo largo del río Sava. 

La calle Skadarlija es posiblemente la más conocida y aquella que figura en todas las guías turísticas como un lugar imperdible. Hay varios motivos para ésto: Es una calle antigua, empedrada, peatonal, que conserva la impronta bohemia con la que naciera hacia mediados del siglo XIX. Se encuentra en el centro de la ciudad, y es de fácil acceso, lo que la hace más aún una parada imperdible. 


Skadarlija está considerada el Montmartre de Belgrado ya que en sus Kafana (o tavernas) solían juntarse escritores, filósofos y artistas que vivían tambien en las pensiones que se encontraban arriba de los mismos.Entre otros restaurants y cafés famosos que en ella se encuentran vale destacar los siguientes: Tri Sesira (3 sombreros), Ima DanaDva JelenaZlatni BokaDva Bela Goluba. Todos son muy antiguos y han recibido visitantes famosos (como Jimmy Hendrix, George W. Bush, el Rey Juan Carlos de España, etc) cuyas fotos adornan sus paredes. Es un lugar nostálgico, y es muy interesante sentarse al mediodía en las mesitas que dan a la calle y escuchar los músicos a la gorra tocando canciones que parecen sacadas de Tiempo de Gitanos, y ver a pintores vender sus cuadros en las cercanías. 


En estos restaurants es posible probar todas las comidas típicas, pero, a decir verdad, la calidad de la misma-como en todo lugar muy turístico-varía bastante. Si van a comer allí es bueno saber que la comida típica en Serbia gira alrededor de un ingrediente: la carne. Entre otros sabores tradicionales, no pueden perderse:


- Proja, o pan de maíz (la mayoría de las veces con queso)
- Burek (una tarta de hojaldre que lleva adentro queso (burek sa sirom) o carne (burek sa meson). En algunos lugares pueden encontrarlo con queso y espinaca.
- Variedad de panes de distintos tipos, solos y rellenos.
- Sopas. Las hay de dos variedades: los tradicionales, tipo consomé y las llamadas corba (con harina que las torna más espesas, y que frecuentemente llevan ingredientes como carne o pescado y fideos). 
- Sarma. Un clásico. Son pequeños envoltijos de carne y arroz en hojas de parra o - más comunmente- en hojas de repollo hecho pickle. 
- Punjene paprike: pimientos rellenos de arroz y carne.




- Pasulji: guiso de porotos
- Cevapcice: albondigas alargadas elaboradas con una mezcla de carne de cordero, cerdo y vaca.
- Ensalada tarator: yogurt, pepinos picados, ajo picado y perejil fresco. Fantastica en verano y como dip para carne y pan. (En Chipre hay una muy parecida pero con algunas diferencias, aunque de ésto les comento en otro post).
Ajvar: puré de pimientos. 


Y, si se animan, pueden probar una copita de Rakia, un licor de ciruelas tradicional que consumen (sobre todo en el campo) como digestivo pero que es, quedan avisados, FUERTISIMO!. Y ya que estamos con las advertencias, una más: las porciones suelen ser enormes, así que junten hambre antes de ir o pidan plato a compartir!


Además de estas comidas, encontrarán otras provenientes de otros pueblos cuyo destino fue compartido con el Serbio. Por ello, en las cartas de restaurants tradicionales encontrarán platos como el goulash, o postres como el strudel o delicias turcas como la Baklava. 


Y para que se sientan un poquito más allí, les dejo aquí abajo unas fotos de esta callecita tan linda y pintoresca:







La segunda zona de relevancia es la que se encuentra alrededor de Knez Mihajilova, la calle peatonal principal del centro de la ciudad vieja, que desemboca en Kalemegdan y cuyas fotos les he ido mostrando en posts anteriores. En esta zona encontrarán, además de muchos bares, restaurants más modernos, como Tribeca o Dorian Grey, con cocina internacional y Europea.En los alrededores tambien es posible encontrar restaurants griegos, italianos, chinos y de otras nacionalidades, así como el restaurant más antiguo de Serbia llamado 1823, ubicado en Kralja Petra frente a la Iglesia de San Miguel Arcangel. Uno de mis restaurants  preferidos se ubica en esta zona: la Trattoria Kosava (llamada así por el viento helado del norte que sopla en Belgrado durante el invierno), un lugar que parece sacado de una postal y donde se come muy bien siempre. 

La tercera gran área se encuentra cercana a ésta última y comprende los Boulevards Despota Stefana y Kralja Aleksandra y la zona entre los mismos. En este lugar yo descubrí algo que no había visto en otras ciudades: los fast-food de comida local como el de la foto de más abajo (cuyo nombre Mljac, Mljac quiere decir "ñam ñam" o "yummy, yummy"). En estos locales, que cuentan generalmente sólo con una barra y/o algunas pocas mesas en la calle para comer lo que se compra, pueden probar cosas como la famosa hamburguesa balkánica (a la que el New York Times dedicó un artículo que pueden ver aquí), los cevapcice, servidos generalmente con ensalada mixta o papas fritas, pollo al grill, burek o pizza. Comer en uno de estos lugares es una experiencia aparte. Son sumamente comunes entre la población local, entre otras cosas porque son muy baratos y porque suelen tener décadas en funcionamiento con lo cual tienen clientela establecida. En esta zona tambien pueden encontrar locales de crepes al paso (que se sirven en un cono de papel rellenos con distintos sabores, dulces y salados) y locales de Burek, como Sarajevo Burek, en la calle Svetogorska.


Finalmente,los famosos "Floats", una denominación que agrupa tanto restaurants como bares y nightclubs flotantes sobre el río. La comida que se sirve en los primeros es del tipo tradicional, como la de los kafana de la calle Skadarlija, y son particularmente lindos en primavera o verano, por la calma, la brisa fresca y la cercanía del agua. 


Y, para terminar este post, tal como lo había prometido, una receta familiar. Esta vez: Proja o pan de maíz!


Ingredientes:


3 huevos
1 taza de té de aceite
1 taza de té de yogurt
3 tazas de té de harina de maiz
3 tazas de té de harina común
12 grs de polvo de hornear (en Serbia se vende en sobrecitos, por eso la precisión de los gramos!)
1 cucharada de sal
Opcional, 200 grs de queso tipo mantecoso, que se separa con los dedos, aplastado con el tenedor.


Preparación:


Es facilísimo. Se ponen todos los ingredientes en un bowl y se mezclan bien. Luego, se aceita una fuente y se la coloca en el horno (vacía). Una vez caliente, se vierte la preparación en la fuente y se lleva a horno máximo durante 15 minutos. Pasado este tiempo, se reduce la temperatura del horno a medio y se continúa la cocción hasta que el pan tome color tostado/marrón. 


Y si quieren comerlo como en Serbia, sirvanlo en rodajas acompañado de yogurt bebible!


Espero que les haya gustado este post y no dejen de contarme cómo les fue con la receta, si la preparan!


Que tengan una semana maravillosa y hasta el próximo post!

28 ago 2010

Avertencia importante si viajan hacia o desde Buenos Aires a través de Ezeiza

Hola a todos! Espero que hayan pasado una hermosa semana. Debido a problemas de salud en mi familia no he podido actualizar el blog como quería pero hoy leí ésto que voy a contarles y me pareció importante compartirlo.

Lamentablemente, parte de viajar es atenerse a que las valijas que uno transporta en bodega sean tratadas de forma lamentable, y viajar es muchas veces temer que o la valija se pierda o la abran en el trayecto. Sin embargo, con mucho aeropuerto y viaje encima y habiendo vivido en Africa tres años puedo decir que, de acuerdo a mi experiencia, el peor aeropuerto a este respecto es el aeropuerto de Buenos Aires, Ezeiza. Ya me he acostumbrado a que, cada vez que voy, rompen mi valija en una maniobra obvia para intentar robar algo, ya sea al llegar o al partir, y por eso he adoptado ciertas medidas de seguridad extras que les comentaré a continuación. Es frustrante y, más aún, indignante, porque estas mafias existen desde hace años y nadie parece querer hacer nada. Si quieren ver un informe detallado sobre el tema y sobre cómo operan, no dejen de pasar por este blog, donde podrán ver videos del operativo. 

Por eso, si viajan a Buenos Aires a través de Ezeiza, yo recomiendo:

- O bien compren una valija que no pueda abrirse, tipo Samsonite como bien recomienda Manolito, o bien hagan como yo y compren una valija china barata para no llorar cuando se las rompan

- Envuelvan la valija en plastico en el aeropuerto de embarque. Cuanto más duro y más capas, mejor.

- No despachen NADA de valor: ni camaras de fotos, ni ningún objeto electrónico, ni  joyas, ni ropa que pueda ser considerada un botín como un tapado e estola de piel (y en lo posible, y ya sé que me meto donde no me llaman, pero no compren estos últimos y salven animalitos!). Lleven estos items en el equipaje de mano o, si no entran, mejor dejenlos en su casa. Se ahorrarán el mal trago de verlos perdidos y encima tener que cargar con una valija rota.

Hasta el momento ésto es lo único que se me ha ocurrido a mí. Alguno de mis lectores viajeros tiene algún otro dato para compartir con quienes leen el blog, por favor compartanlo en los comentarios o envienmelo a la dirección de mail del blog (diariodeunatrotamundos@yahoo.com) así los adjunto aquí!

Que tengan un lindo fin de semana!

17 ago 2010

Serbia: algunas tradiciones y costumbres


Hola a todos! Cómo están? Espero que hayan pasado un hermoso fin de semana.

En el post de hoy voy a contarles un poco acerca de algunas tradiciones de Serbia, acerca de costumbres que noté y aprendí conviviendo con mi familia política, quienes me iban explicando, a medida que yo iba preguntando, cómo es la vida allí. Pero a este respecto tengo que hacer una aclaración necesaria: Mi marido, mi familia política no son serbios (no es esa su etnia). Ellos (y por ende mis hijos) pertenecen a una minoría étnica muy pequeña originaria del sur de Kosovo y su lengua madre no es el serbio (si bien, obviamente, lo hablan también desde muy corta edad). Hago esta aclaración porque esta es una particularidad que seguramente hace que yo vea Serbia desde otro cristal.

En muchos sentidos, buenos y malos, Serbia me recuerda la Argentina de los años '80.  En los aspectos negativos (problemas securitarios, facciones de la sociedad intolerantes  y violentas para con las minorías de toda clase, corrupción, amiguismo, nepotismo, etc) atribuyo en parte ésto al hecho de ser una sociedad  "en vías de democratización"*y, sobre todo, una sociedad con un pasado autoritario y violento aún muy reciente**. 

En el buen sentido, me recuerda a la Argentina pre-globalización y me hace pensar en mi infancia. Esto tiene que ver con que, luego de la guerra, la incorporación de Serbia a Europa ha sido lenta, y es aún uno de los países cuyo ingreso a la Unión Europea ha estado más detenido debido a que, una de las condiciones para que ello ocurra, es la entrega de los criminales de guerra requeridos por el Tribunal para juzgar los crímenes de la Ex-Yugoslavia (ICTY). Como consecuencia de ello las grandes corporaciones han ingresado tímidamente al país, en parte por carencia de garantías en materia de requisitos para hacer negocios, justicia, y demás,  y en parte por la crisis económica de la post-guerra, que dejó a muchísima gente sin trabajo o con trabajo por debajo de sus capacidades (los ingenieros trabajando como vendedores ambulantes son una imagen común), congeló los salarios (un sueldo común de empleado de comercio ronda los 200/ 300 euros), y se vió agravada por la enorme cantidad de desplazados internos (gente que debió huir de sus pueblos/ciudades de origen debido a persecuciones por parte de la etnia enemiga). 

Como les contaba brevemente en el post anterior el fenómeno de los shopping-malls es nuevo en Serbia. En la actualidad hay tres en Belgrado, 1 en el centro de la ciudad vieja y dos grandes en la ciudad nueva, donde se encuentran la mayoría de las grandes marcas europeas y hasta hay un supermercado que está abierto las 24 hs del día (yo estimo que el Mariscal Tito debe estar revolviéndose en su tumba de sólo pensar en ese ritmo de trabajo ;). Sin embargo, los precios, más caros aún que en Europa Occidental a causa de los impuestos a la importación, resultan prohibitivos para el común de la gente. Por eso el comercio continúa desarrollándose por carriles más tradicionales. 

Así, las compras no se hacen en un supermercado sino en en distintos negocios: frutas, verduras y carne, en los mercados a cielo abierto (como el de la foto de más abajo), pan incluyendo búrek) en las panaderías tradicionales (pekara) o en las despensas/kioscos de barrio, dulces y tortas (cuando no se elaboran en la propia casa) en las reposterías o poslaticarnica (se pronuncia poslaticharnitsa). En materia de comida, hay aún mucha elaboración artesanal y hay un orgullo familiar en la forma de realizar desde conservas de todo tipo, dulces, mermeladas, repostería tradicional hasta bebidas como la boza (una bebida a base de trigo y maiz fermentado) o el famoso puré de pimientos llamado ajvar. Asimismo, cada familia tiene sus recetas de comidas tradicionales como la sarma (envoltijos de hojas de parra), pasulj (guiso/sopa de porotos), proja (pan de maiz) y de dulces como la baklava o tortas como el kuglof. 


Algo que me resultó muy interesante y muy lindo es cómo se comparte todo ésto. Como la elaboración de la mayor parte de estos productos es un proceso muy lento, cuando alguien los realiza generalmente lo hace en grandes cantidades, guarda un poco para sí, y luego lleva a familia y amigos para repartir. Así tambien he escuchado a mis cuñadas recibir datos por teléfono de hermanas y amigas acerca de productos buenos y en oferta en determinados lugares y me comentaban que, en la época de la guerra, cuando la hiperinflación alcanzó niveles descomunales (entre 1990 y 1994 la moneda perdió 20 ceros. 1 Dinar de 1990 pasó a ser 100,000,000,000,000,000,000 Dinars), los amigos avisaban cuando, por ejemplo, llegaba la harina a los supermercados para poder ir a hacer cola toda la noche a fin de asegurarse un  paquete, tal y como pasaba en Argentina. Esa solidaridad se mantiene hoy, aún en condiciones de crisis diferentes.

Con las compras de perfumes, ropa, cosméticos sucede más o menos lo mismo: Se conserva la boutique del barrio y el conocido que puede viajar al exterior (frecuentemente Turquía o Italia) y trae ropa y perfumes que no se encuentran en el país, o a menor precio que la que se puede comprar en los negocios del centro***. Paralelamente a las grandes marcas, conviven los productores locales que copian modelos europeos o producen sus propios diseños a precios inferiores en locales no tan a la vista (se encuentran zapatos a buenos precios en locales que están en los pasos subterraneos de las avenidas céntricas, por ejemplo). 

Como la mayoría de las familias no tiene auto, y el tráfico en horas pico puede ser una locura a pesar de ello, la gente recorre la calle a pié, en omnibus o en tranvía. Esto hace que las ciudades tengan mucha vida. Hay muchos cafés y dicen que Belgrado, por ejemplo, tuvo la tradición de los cafés en las calles antes que ciudades que los hicieron famosos, como Paris o Roma. La gente camina, pasea, vive la ciudad en las calles, y en ese caminar se encuentran con amigos, toman un café o dos, conversan de la vida, recuerdan lo que fué, hablan del presente y del futuro. 



*Esta denominación es un guiño personal a la famosa caracterización políticamente correcta de los paises no ya como subdesarrollados, sino como "en vías de desarrollo" ;-)

** Esto me hace recordar el discurso que Gabriel Garcia Marquez dio al recibir el Premio Nobel de Literatura, en el que decía: 
"Tal vez la Europa venerable sería más comprensiva si tratara de vernos en su propio pasado. Si recordara que Londres necesitó 300 años para construirse su primera muralla y otros 300 para tener un obispo, que Roma se debatió en las tinieblas de la incertidumbre durante 20 siglos antes de que un rey etrusco la implantara en la historia, y que aun en el siglo XVI los pacíficos suizos de hoy, que nos deleitan con sus quesos mansos y sus relojes impávidos, ensangrentaron a Europa como soldados de fortuna. Aun en el apogeo del Renacimiento, 12 mil lansquenetes a sueldo de los ejércitos imperiales saquearon y devastaron a Roma, y pasaron a cuchillo a ocho mil de sus habitantes."
Creo que, en general, es más facil comprender algunas de las contradicciones de pueblos ajenos si volvemos la vista atrás sobre el propio pasado. La raza humana no parece evolucionar de manera muy diferente, si bien los tiempos pueden ser distintos en diferentes lugares. 
Les recomiendo leer el texto entero del discurso. Es una obra de arte en sí misma, absolutamente digna del genio que le escribió. 
***Esto no es lo mismo que aquellos que venden mercaderia robada de grandes diseñadores ( ojo si alguien les dice que tiene mercadería "que se cayó del camión que la transportaba")

12 ago 2010

Belgrado: Historias, calles, anecdotas





Belgrado es una ciudad marcada por los ríos que la delimitan, el Sava y el Danubio, los que influyeron muchísimo en su destino. Es una ciudad que creció recostada sobre sus lechos pero de espaldas a los mismos,   amurallada, elevada sobre colinas en la Gran Planicie Húngara y en parte escondida en los bosques que la poblaban allá lejos y hace tiempo.

Los ríos Sava y Danubio confluyen en Belgrado y ésto, sumado a encontrarse a mitad de camino entre Oriente y Occidente, ha tenido poco de bendición: El trafico que ambos ríos acarreaban no sólo hicieron a Belgrado conocida: la hicieron ansiada por diversos imperios  y susceptible permanentemente de ser invadida. Es por ello que la ciudad creció de espaldas a sus ríos, y que sus ciudadanos han tenido un acercamiento tímido a ellos a lo largo de los años. Es por ello que sólo las murallas de su fortaleza se encontraban cerca de los mismos, y que  las casas de la ciudad vieja no sólo se encuentran alejadas de ellos sino que, además, son ciegas a la vista de los mismos: sólo muros sin ventanas miran en esa dirección. 

Belgrado es una ciudad cosmopolita y caminar por sus calles es sentir la presencia de Oriente y Occidente  a cada paso. Su historia, desde siempre, estuvo marcada por ambos: Primero llegaron los Escórdicos, una tribu celta que en el 3er siglo AC la llamó Singidunum y construyó allí su primer fortaleza. Luego fue el turno del Imperio Romano, a comienzos de nuestra era. En En el siglo V DC Atila el Huno la redujo a cenizas y, un siglo más tarde, Justiniano volvió a ponerla en pie. Finalmente, en el siglo VII DC los eslavos conquistaron la ciudad bautizándola "Belgrado"*, nombre que ha conservado desde entonces, y en el siglo XIII se convirtió en la capital de Serbia,  bajo el mando del Rey Dragutin Nemanjic. 

Cuentan que Belgrado tuvo su período de oro bajo el reinado del Despota Stefan Lazarevic, en el siglo XV y que, luego de su muerte, se inició una época en que la capital sería invadida por turnos por Austríacos y Turcos, quienes continuaron disputándose el control de la ciudad hasta  el Siglo XIX. Cada vez que alguno de ellos expulsaba al otro, las murallas de la ciudad eran derrumbadas y reconstruidas, en un continuum digno de una novela de realismo mágico.

 En 1806 los rebeles de Karadjordje  (el lider del primer levantamiento Serbio contra el Imperio Otomano) liberaron la ciudad, pero el Imperio Otomano sería expulsado definitivamente sólo 61 años más tarde. El norte de la ciudad continuó siendo considerado parte del Imperio Austro-Húngaro hasta la ruptura de relaciones, en 1918, y durante la primera guerra mundial, Belgrado fue atacada tanto por tropas Austríacas como Alemanas.Durante la Segunda Guerra Mundial Belgrado fue, tristemente, la primer ciudad declarada libre de judíos y, hacia el final de la guerra, poco quedó de ella en pie y las víctimas civiles fueron enormes. Fue, desde 1945, la capital de Yugoslavia** y es, en la actualidad, la capital de la República de Serbia. En 1999, Belgrado fue bombardeada por tropas de la OTAN.

Belgrado actualmente se divide en tres grandes partes, delimitadas por el Sava y el Danubio, aunque quizás la división más grande hoy sea aquella que la que hace el río Sava, separándola en lo que se conoce como el Nuevo y el Viejo Belgrado.

El nuevo Belgrado es una zona de la ciudad que comenzó a desarrollarse en la época de Yugoslavia, con la industrialización. En ese sector se ubicaban las fábricas y, a fin de proporcionar a los trabajadores alojamiento accesible cerca de las mismas, el gobierno fue construyendo edificios de departamento (tipo monoblocks) cerca de esas mismas fábricas. Cuentan los Belgradenses que la calidad de estos departamentos no era muy buena, sobre todo por sus minúsculas dimensiones , ya que estaban concebidos básicamente como un lugar al que ir a dormir entre una jornada de trabajo y otra. Frecuentemente estos trabajadores dejaban sus familias en sus localidades de origen (muchas veces en el campo), por lo cual sus necesidades no eran muchas (en una mentalidad netamente comunista). Por este motivo, este sector de la ciudad no era muy popular hasta hace poco tiempo. En la última década, sin embargo, ha cobrado desarrollo y en  él se han instalado las grandes cadenas hoteleras, los grandes shopping malls (una novedad relativamente reciente en la ciudad) y han ido construyéndose nuevos edificios de departamentos más modernos. Allí se construyó tambien la ciudad universitaria para alojar a quienes participaron en las Olimpiadas Universitarias que tuvieron lugar allí el año pasado. Para los locales, más allá de estos avances, nuevo Belgrado es...demasiado nueva. El verdadero carácter, el alma de la ciudad, está en el Viejo Belgrado.

La ciudad vieja, o simplemente "Belgrado" es donde se percibe la influencia de las diferentes culturas que ocuparon la ciudad. El viejo Belgrado es la ciudad nostálgica, con sus Kafana,o cafés tradicionales, abiertos desde las primeras horas de la mañana para acompañar el primer café del desayuno (servido "a la turca") hasta el brandy después de la cena, con sus Pekara, o panaderías tradicionales, donde sólo es posible comprar pan (no cosas dulces) pero en muchas y diversas variedades, con sus Poslaticarnica, o locales de repostería tradicional ( que incluye tanto delicias orientales como la Baklava, como tortas de corte noreruopeo, como la Selva Negra),  con mesitas en la calle, para tomar un café o limonada (dependiendo de la estación del año) mientras se degustan las delicias recién compradas y se conversa un poco con los otros clientes, con sus restaurants de comida balkánica al paso, donde degustar búrek o cevapcice, con sus vendedores ambulantes (herencia de la crisis de los ´90) ubicados a lo largo de los principales boulevares, muchos de ellos con una imagen típica de la ciudad: la de los paneles llenos de cordones de zapatos de todos los colores y largos que puedan imaginar. El viejo Belgrado es la ciudad de los tranvías, de los parques, de la gente caminando a toda hora, la ciudad de las Iglesias Ortodoxas, la ciudad en la que edificios de inspiración francesa se mezclan con otros de racionalismo austero de la época comunista, en la que calles empedradas conviven con otras de cemento, la ciudad de las calles empinadas, de los boulevares arbolados, de las tavernas y los bares de Rakia, de los mercados a cielo abierto, y de los tés medicinales tradicionales. 

En los posts siguientes les voy a ir contando un poco más acerca de esta alma de Belgrado y mostrándoles fotos de algunas de sus tradiciones. Entre tanto, aquí los dejo con algunas fotos, para que vayan sintiendola un poco más cercana.

¡Que tengan un lindo fin de semana!




































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*Beograd: la ciudad blanca (llamada así por el color de las casas que se encontraban en sus murallas
**Yugoslavia: literalmente, los eslavos del sur. El nombre completo del pais era "Republica Federal Socialista Yugoslava" y componia lo que hoy son Serbia (incluida Kosovo y Vojvodina), Bosnia-Herzegovina, Croacia, Eslovenia, Montenegro y Macedonia. Su desmembramiento se produjo en la década del 90. 


2 ago 2010

Mi Belgrado



Llegué a Belgrado por primera vez hace 4 años y medio, una noche de febrero muy fría, sin saber demasiado qué esperar. Llegaba con mi marido, con quien acabábamos de casarnos en Italia y era ése un viaje que no habíamos planeado. 

El día de nuestro casamiento habían evacuado de Costa de Marfil al personal de la organización para la que trabajábamos, a causa de ataques contra la misma y revueltas. Como consecuencia de ello, sólo el personal indispensable podía quedarse en el pais: como yo no formaba parte de este grupo de gente, no podía volver. Mi marido, en cambio, debía hacerlo a la brevedad. Así que, a dos semanas de casados, y en vistas de que deberíamos estar separados por un tiempo indeterminado, decidimos que, por una cuestión de proximidad con Costa de Marfil, yo me quedara en Belgrado (con su familia, a quienes no conocía) en lugar de viajar a Argentina. Y en esas condiciones llegué a la ciudad por primera vez.

Antes de ese momento, Serbia era para mí  un gran interrogante, y lo poco que conocía del país estaba marcado por el estudio de Derecho Internacional: el desmembramiento de la ex-Yugoslavia, las guerras cruentas, la secesión de su territorio, Milosevic, Kosovo, el Tribunal para juzgar los crímenes de la ex-Yugoslavia, el bombardeo de la OTAN en 1999, la Operación de Mantenimiento de la Paz de la ONU. A lo largo de nuestros pocos meses de noviazgo, mi marido había ido sumando otras imágenes con sus relatos, pero aún así no alcanzaba a imaginar qué ciudad iba a encontrar. Esa noche y las tres semanas siguientes fui descubriendo una Belgrado que nada tenía que ver con el horror de la década anterior, descubrí la Belgrado de mi familia.


Belgrado se transformó en un lugar donde no me llamo Marcela sino Snjaka *("la nueva esposa" o "la nueva hija política"), donde la familia es grande y está muy presente, donde siempre hay alguien para dar una mano, donde las casas tienen sillones-cama enormes y comodísimos ( y donde hasta los hay en la cocina para tener siempre lugar por si un pariente está de visita en la ciudad y necesita lugar donde quedarse). Belgrado es, para mí, la ciudad de los cafés y las calles arboladas, de la gente muy alta (sepan comprender que ésto me asombre: mido ¡1.58 mt.!) y las mujeres bellas y de punta en blanco. Es una ciudad caminable y caminante, una ciudad de parques y plazas, de crudos inviernos y veranos soleados, una ciudad con murallas, con historia, una ciudad de ríos de cuentos y de valses a los que creció dándoles la espalda, una ciudad vieja y una ciudad nueva, una ciudad nostálgica, una ciudad puente y una ciudad bisagra. 




*se pronuncia "snaica"