30 oct 2009

Un viaje al pasado: el hotel Président



El hotel Presidente, que se encuentra en la ciudad de Yamoussoukro, es uno de los edificios que se construyó en la época de gloria de Costa de Marfil: la década del '70.

Es un edificio emblemático: testigo de una época de oro, conserva la decoración original a la última moda de la época aunque un poco derruída, y la verdad aunque sea sólo por eso amerita alojarse allí.Tiene 258 habitaciones, 2 restaurants, salas de reuniones y conferencias, una cancha de golf situada a 1 metro del hotel, canchas de tenis, jardines bellísimos, discothèque, cine y piscina.

Uno de los restaurants se encuentra en su piso más alto y, al ser redondo y con paredes completamente vitradas, tiene la mejor vista panorámica de la ciudad. Como no es necesario ser huesped del hotel para acceder al mismo, es frecuente encontrar políticos y hombres de negocios comiendo allí, y es lugar obligado de almuerzos y cenas de fin de año.

Como buen hotel 4 estrellas, la atención es impecable. La crisis ha impactado en, por ejemplo, la variedad de la carta pero lo que no tiene en productos es compensado por la amabilidad y buena disposición de sus empleados. Si algún día visitan Yamoussoukro, no duden en pasar por allí, aunque sea a tomar un café en el restaurant panorámico. Es como viajar al pasado y ser testigos de una época que ya no es, pero que fue gloriosa.


Pueden ver la página oficial del hotel aquí



Vista exterior:




El lobby del hotel:



Entrada de una habitación doble, con placards espejados:



Detalles de la habitación, decorada en estilo art déco. Todo el mobiliario es original de la década del 70, cuando se inauguró el hotel:










28 oct 2009

Una joya en Yamoussoukro: la Basilica Notre Dame de la Paix



La Basílica Notre Dame de la Paix (Nuestra Señora de la Paz) es la iglesia más hermosa que he visto en mi vida. Está en la ciudad de Yamoussoukro, capital administrativa de Costa de Marfil y ciudad natal del Presidente Felix Houphouet Boigny (quien gobernara el país durante 40 años, desde la independecia hasta su muerte).

Fue diseñada por el arquitecto marfilo-libanés Pierre Fakhoury, y construida por la empresa Dumez. La construccion se hizo en tiempo record: sólo 3 años, entre junio de 1986 y septiembre de 1989. La piedra basal de la misma había sido bendecida un año antes del inicio de las obras por el Papa Juan Pablo II, quien tambien bendijo la Basilica terminada, en 1990. Su construcción costó 300 millones de dólares, financiados por el presidente Houphouet Boigny (en agradecimiento a Dios por haber brindado la paz por tanto tiempo a su país) y fue donada al Vaticano, quien la administra a través de la Fundación "Basilique Notre Dame de la Paix".

Está inspirada en la Basílica de San Pedro, pero su cúpula es más grande. El exterior está enmarcado por dos líneas de columnas curvas, que parecen brazos que se abren para acoger al peregrino, en cuyos extremos se ubican dos pequeñas cúpulas de cada lado. Estas cúpulas pertenecen a cuatro pequeñas capillas, consagradas a cuatro evangelistas, de las cuales una, la de San Juan, está al final de un camino trazado por paneles de bronce que representan los estadios de via crucis.

La parte principal de la Basílica está caracterizada por la inmensa cúpula , por su forma circular y por las paredes de vitrales hechos en Francia por los maestros Didier Aillou y Eric Bonte. Son nada más ni nada menos que 7363 m2 de vitrales. Hasta la parte superior de la cúpula es un vitral que representa el espiritu santo.

Los vitrales se encuentran agrupados en cuatro tripticos que representan distintos temas, (la Nueva Alianza, la Creación, el tríptico Cristiano y el Mariano) y al medio de cada uno, está el vitral principal de cada grupo que se caracteriza por la rosacea brillante que los domina.
Las imagenes de los mismos representan: la Justicia (vitral Notre Dame de la Paix), la Fuerza (el Cristo Glorioso), la Templanza (el pecado original), la Prudencia (el bautismo de Jesus).Asimismo, cada triptico está dominado por colores que representan, respectivamente: el aire, el fuego, la tierra y el agua. Ocho de los vitrales representan las enseñanzasa de Jesús.

Una particularidad de estos vitrales es que la vegetación que se representa en los mismos es típicamente africana, tropical (por ejemplo, se ven cocoteros). Incluso el Presidente Houphouet Boigny se hizo representar en uno de ellos como el 13avo apostol, realizando ofrendas a Jesus. En ese mismo vitral tambien aparecen los arquitectos Fakhoury, Patrick d'Hauhuille y Dumez,
"saludando al mesías".

En esta imagen (extraida de la página oficial de la Basílica, que pueden ver
aquí.) pueden ver la organización de los vitrales:


Otras características del interior son:

- El altar se encuentra en el centro de la Basílica, bajo un techo de baldaquin hecho en madera y bronce que tiene una altura de 28 metros.

- Los asientos y todo el mobiliario en general estan tallados en madera local: el kotibé. Asimismo, desde los costados de los asientos sale el aire frio del aire acondicionado. Por otra parte, los asientos estan tapizados en rojo. Este tapiz, junto con las cruces que se encuentran bajo los vitrales forman un conjunto acústico que impide que el sonido reverbere.

- La acústica en general es impresionante: no hacen falta micrófonos para escuchar perfectamente la voz de la persona que habla-con tono de voz normal- frente al altar. Sin embargo, la Basilica posee un avanzado sistema de sonido, con parlantes que salen de las columnas del techo a baldaquín.

- Las columnas del interior de la Basilica no están vacías: dentro de las 4 principales se ubican ascensores que llevan a la cúpula (nada de estar subiendo incontables escalones). Dentro del resto, se encuentra un ingenioso sistema de drenaje del agua de lluvia, que la lleva hasta los lagos de la ciudad.

- En la parte superior hay dos exposiciones permanentes: una de fotos de la construcción, y otra de un pesebre tallado en madera por un artista local (M. Basile), quien logró gracias al mismo el indulto de su pena de prisión.

- En los jardines hay dos villas: una donde viven los sacerdotes encargados de brindar el culto, y una destinada al Papa y cuyo aire acondicionado se encuentra siempre encendido como símbolo de que todo se encuentra listo para su visita.

Pero más allá de todos estos datos, la Basílica es sencillamente impresionante. Bellisima. La manera en que la luz se filtra en el interior gracias a los vitrales, como dejando gotitas de color en todos lados, y cómo la iluminación va cambiando con las distintas luces del día es sobrecogedor. Es de por sí sola, un motivo para visitar Costa de Marfil.




Vista de la Basilica de frente, de noche (imagen extraida de www.abidjan.net)




Detalles del exterior:











La puerta de entrada:


Detalles del interior:







Vitreaux de la cúpula:




La Villa Papal:



22 oct 2009

Sorpresas III

Dialogo entre un compañero de trabajo de República centroafricana y yo mientras ibamos en el auto a visitar una subprefectura vecina:


Mi compañero: tralalalala tralalala
Yo: (pensando que conozco la canción que tararea de algún lado que no puedo precisar) ¿qué tarareas?
Mi compañero: la canción de la telenovela de las 7 de la tarde, "Milagros"...¡la actriz es muy linda!
El resto de mis compañeros (todos hombres, aclaro) a coro: si, si, es preciosa, es cierto
Yo: ¡No me digan que ven telenovelas!
Todos mis compañeros: si, la vemos todos...
Yo: naaaaa
Mi compañero (dándome un cassette): Acá está el tema que estaba cantando

Pongo el cassette y ¿qué escucho?

"Cambio dolor...por libertad...cambio heridas por un sueño que me ayude a continuar..."


Si señores: ¡Mis compañeros miraban Muñeca Brava y se morían por Natalia Oreiro!

17 oct 2009

El camino al Comoé




Unos de los paisajes más bellos que ví en Costa de Marfil fueron los del camino al Comoé. Conocí ese camino gracias a unos soldados que llevaban varios meses recorriendo los lugares más recónditos del N'zi Comoé y que, generosos, nos subieron a su jeep para mostrarnos uno de los lugares más bonitos de la región.

La ruta requería de un vehículo 4x4 suficientemente baqueteado como para no preocuparse por las abundantes ramas y yuyos que lo rayaban y dejaban sus marcas. Y requería un conductor experimentado, para que pudiera desenterrar las ruedas del barro que las comía cada tanto debido a la lluvia abundante de la "pequeña estación de lluvias", que se extiende entre septiembre y octubre. Por suerte, tuvimos ambos.

Salimos de Daoukro a la tardecita, porque antes el calor hacía muy dificil el trayecto en un auto sin aire acondicionado. Personalmente, me gusta la luz tenue y rasante de la tarde vieja, sobre todo para las fotos, así que esta hora me vino doblemente bien.

Recorrimos durante unas tres horas rutas de tierra colorada y árboles muy verdes, pasamos por distintas aldeas, hablamos con la gente, sacamos fotos a los niños que nos lo pedían y posaban para luego verse en el visor de nuestras cámaras digitales, vimos termiteros enormes, más altos que los árboles más altos, vimos estanques quietos plagados de caimanes a la espera de presa, vimos huertas inmensas, gallinas y chanchos caminando tranquilos, casas de adobe y paja, casas de junco, una iglesia decorada por sus fieles, bananos enormes y cangrejos frescos, plantaciones de cacao y árboles de caucho, vimos el Comoé, un río ancho y marrón y de aguas quietas donde por las tardes se bañan hipopótamos que-lamentablemente-no llegamos a ver. Vimos paisajes increíbles y aldeas tranquilas de gente humilde que, al menos en apariencia, era feliz.



La ruta:



Una aldea y su gente:







La Iglesia (exterior e interior):






Canoa de pescadores a la orilla del Comoé:







Las redes de pesca de los pobladores:






El estanque de caimanes:






Un arbol de caucho:





Plantas de cacao:




Sorpresas II

Un año antes de llegar a Costa de Marfil tuve un sueño extraño. El elemento dominante del sueño era una torre blanca, circular, como las representaciones clásicas de la torre de Babel.

Imáginense mi sorpresa cuando ví ésto en Abidjan:




Es una iglesia. La ví por primera vez cuando llegaba desde Daoukro en auto, con malaria y no podía creerlo. La misma torre de mi sueño.


¿Y ustedes? ¿Alguna vez tuvieron un sueño premonitorio?

10 oct 2009

Sorpresas

Miren esta foto de mi cocina en Daoukro. Pero miren bien.



¿Qué ven al lado de la pava eléctrica?

Sí: ¡En Daoukro tomaba leche Sancor y café La Virginia (éste último no está en la foto) que compraba en la despensa que quedaba frente a mi casa! Cosas de la globalización, que nos facilita sentirnos como en casa casi casi en cualquier lugar del mundo...

9 oct 2009

Esos raros sabores nuevos: gastronomía de Costa de Marfil



La noche que llegué a Costa de Marfil tuve mi primer encuentro con la cocina local. Habíamos llegado por la tarde a Abidjan junto con otros tres voluntarios, pero entre trámites migratorios y valijas perdidas, para cuando salimos del aeropuerto ya era de noche, teníamos mucha hambre y nada de dinero en moneda local (el franco CFA). Nos registramos en el hotel, y nuestro coordinador nos llevó a comer algo a un “maquis” antes de dormir. Como mis tres compañeros eran también africanos, para ellos la experiencia no fue nueva. Para mí, en cambio, fue toda una aventura.


Los “Maquis”son restaurants locales, informales y con sabores típicos de la gastronomía africana. Muchas veces están improvisados en el patio de una casa, incluso a la entrada de ella. Suele haber un par de mesas de madera o plástico, unas sillas muy básicas, y la cocina suele estar a la vista. La cocina es, generalmente, una parrilla y una olla muchas veces enterrada en la tierra (donde están las brasas), donde la “maman” hace las salsas y guisos. La comida, la mayor parte de las veces, se come con las manos o agarrándola con bolitas de una pasta de mandioca llamada Attiéké. Para lavarse las manos, para sorpresa mía, suelen acercar una palangana de plástico con agua y jabón en polvo de lavar la ropa en un vasito de plástico. Y el agua sucia va a parar a las plantas. Ofrecen cubiertos, pero la mayor parte de la gente come con las manos.


La cocina de una aldea:




Esa noche comimos algo muy simple: brochettes de pollo, a las brasas, pero con el tiempo fui probando otras comidas típicas, sobre todo en Daoukro. La mayor parte de las comidas se sirve acompañado de arroz basmati blanco, papas fritas o ignames fritos, o papas saltadas en manteca (“pommes sautées”).Cuando la comida se demoraba, generalmente nos servían una exquisita papaya con jugo de lima.


A continuación las comidas típicas y, por si alguno se anima, les adjunto también las recetas que pude conseguir:


Alloko: Es lo primero que uno prueba en Costa de Marfil, el plato infaltable en toda fiesta y reunión y el más fácil de hacer- si se encuentran las bananas apropiadas, que son las de la foto que está arriba. Es, básicamente, banana frita. Se la corta en trocitos no muy chicos para que no se deshaga, y se la pone en la heladera para que esté más firme (unos minutos). A continuación, se pone a freir en aceite bien caliente (tambien se puede freir en manteca). Simple y rico. Además de la banana de alloko, en Costa de Marfil se encuentra la banana digamos mediana (que es la común en Argentina), y una banana chiquita, del tamaño de un dedo, que es sumamente dulce.




Poulet Kédjénou (Pollo Kédjénou): Es también muy común, aunque de hechura más dificil. Es un guiso de pollo bien picante, de cocción muy lenta. Es un plato típico de los Baoulés, y tradicionalmente se cocina en una olla enterrada en la tierra que se llama “canari” (queda como ahumado). Además de pollo, tomates y cebollas lleva unas berenjanas chiquitas y amargas.


Ingredientes: 1 pollo entero, 1 berenjena, ½ zucchini, 3-4 tomates, 1 lata de tomates pelados, 2 dientes de ajo, 1 cebolla grande, 5-7 hojas de laurel, tomillo, gengibre, sal y pimienta.


Preparación: Enmantecar una olla hasta la mitad. Cortar el pollo en trozos y ponerlo en la olla, con agua. Poner los tomates en agua hirviendo para pelarlos y cortarlos en trozos. Pelar y el resto de las verduras, y poner todo en la olla. Cortar el ajo, y agregarlo a la olla. Agregar las especies.Revolver todo bien, colocar a fuego medio y revolver cada 5-10 minutos. Durante la cocción, agregar gengibre a gusto (tradicionalmente se agrega bastante porque es un plato picante), tomillo, sal y pimienta. Se cocina un mínimo de 40 minutos y se sirve sobre arroz blanco.


Poisson Kédjénou (Pescado Kédjénou): Es también un plato común, sobre todo en zonas que tienen un río cerca, como Daoukro. Cuando lo comí, la textura era más de sopa que de guiso (la salsa era más acuosa), pero tengo entendido que ésto depende del gusto de quien lo cocina.

Ingredientes: 1 Pescado, 1 tomate fresco, 1 cebolla de verdeo, 1 cebolla, 1 zanahoria, 1 cubo de caldo de pollo, 1 cubo de caldo de verduras, perejil, 1 diente de ajo, pasta de ají, mostaza, aceite.

Preparación: Diluir el caldo de pollo en poca agua. Condimentar el pescado con mostaza, aceite, sal y el caldo diluido, haciendo tajos en el pescado para que los condimentos penetren bien. Colocar aceite en una olla y rehogar las cebollas. Agregar el pescado. Agregar el tomate y la cebolla de verdeo machacados, las lámines de cebolla cortadas, las hojas de perejil cortadas, la pasta de ají, la zanahoria cortada en cubos, una pizca de sal y pimienta, el caldo de verduras y un vaso de agua. Cubrir y dejar hervir a fuego suave durante 20 minutos.

Choucouilla de Poulet: No pude conseguir la receta de este plato, pero es riquísimo. Se realiza con pechugas de pollo cortadas en trozos, saltadas con cebolla y otros ingredientes que tornan la salsa que acompaña al pollo de color chocolate (como una salsa barbecue, o como un mole).


Agouti: Es el único plato que confieso no haber probado. No me animé. “Agouti”es la rata de campo grande, que ellos venden al costado de la ruta y está considerada un manjar. La cocinan en un guiso con tomates, al estilo del pollo Kédjénou, con la piel incluida, y tiene un gusto ahumado (cuentan los que lo probaron que el gusto es parecido al del ciervo ahumado. ¡Tendré que creerles porque no creo que me anime a probarlo jamás!).


Attiéké: Es una especialidad marfilense, producida tradicionalmente por las mujeres en las aldeas. Lo consumen mucho y los marfilenses que viven en el exterior lo extrañan tanto que se han desarrollado fábricas del mismo que lo exportan disecado. Básicamente es una pasta de mandioca: La mandioca se pone a fermentar en agua durante días, se seca al sol, se dora, se hidrata, se seca y luego se la cuece al vapor. Cuando no está en pasta, parece couscous, pero su sabor es diferente, más suave.


Ignames: Son unas especies de batatas grandes, o mejor dicho la batata es una especie de igname. En inglés los llaman “yam”, palabra derivada de nyam, que quiere decir comer en muchas lenguas africanas. Son originarios de Ghana, y fueron introducidos en Costa de Marfil por la etnia Akan (a los cuales pertenecen los Baoulé) y son honrados con una festividad que tiene lugar en febrero. En el pueblo Akan, la fiesta del igname marca el fin de un año y el comienzo de otro. Durante la fiesta, el Rey encabeza una procesión, seguida de danzas, baños purificadores y sacrificios consistentes en la quema de la mitad de las ofrendas (la otra mitad se reparte entre los asistentes como símbolo de unión entre muertos y vivos). Durante la celebración, no puede consumirse igname como conmemoración de los tiempos en que su comida estaba reservada a los miembros de la familia real (algunas leyendas cuentan incluso que en Ghana los ignames era de oro).


Poulet Braisé/Brochettes de poulet: Es una de las formas más comunes de realizar el pollo: a las brasas y en brochette. Se lo sirve sobre un colchón de cebollas y tomates. Cabe señalar, sin embargo, que los pollos en las localidades del interior no son grandes ni están llenos de carne. Por eso los llaman “poulet bicyclette” (pollo bicicleta): porque son flaquitos y musculoso como un ciclista.


Además de estas comidas que pueden encontrarse en cualquier lugar que se visite, Costa de Marfil tiene uno de los mejores mangos del mundo, dulcísimos, papayas exquisitas (pequeñas y del tamaño de una sandía), y ésta fruta, que me dijeron que se llama Doha, que jamás había visto y es grande como un melón.





5 oct 2009

Daoukro



Llegué a Daoukro 10 días después de mi arribo a Costa de Marfil, un miércoles de agosto caluroso por la tarde, con el sol cayendo rápidamente sobre los campos verdes y la tierra roja.


Mis compañeros de trabajo y yo habíamos dejado Abidjan el día anterior y recorrido en auto unos 600 km hasta llegar a Bouaké, pasando por Yamoussoukro, y cruzando la zona de confianza. Habíamos pasado la noche en Bouaké y, luego de encargarnos de diversas cuestiones administrativas, habíamos emprendido los aproximadamente 200 km restantes hasta Daoukro.


Lo primero que percibimos al llegar era que la ciudad parecía pequeña, y la gente simpática. Los empleados del hotel eran super serviciales y aceptaron, por ejemplo, colgar arriba de la cama la mosquitera impregnada de insecticida que yo había traído desde Abidjan; nos hablaban del pueblo, sonreían, se mostraban amables. En los días por seguir habríamos de confirmar esta primera impresión.


Daoukro es una ciudad chiquita, de menos de 60.000 habitantes, que se extiende a lo ancho, desparramándose, metiéndose casi entre los árboles bajos del bosque que la rodea. Se encuentra en y es la capital del Departamento del mismo nombre, ubicada en la región de N’zi Comoé. Esta región, que debe su nombre a los dos ríos que la delimitan (el N’zi y el Comoé) fue una de las más ricas y fértiles de Costa de Marfil hasta la década del 80, en que las grandes plantaciones de cacao y café, y las industrias de procesamiento de los mismos (la llamada “Boule du Café- Cacao”) se trasladaron al oeste del país debido a que las tierras del N’zi Comoé habían perdido fertilidad. Sin embargo, la región conserva aún hoy algunos cultivos de cacao y de arroz (sobre todo al sur, en Tiémélekro), bosques de tala, y se mantienen las redes de ferrocarril que habían sido construidas durante la época colonial para llevar el café y el cacao al puerto de Abidjan, y desde ahí, exportarlos.


La ciudad en sí está dividida por dos calles principales. En una de ellas, se encuentra uno de los tres almacenes existentes, en la otra (por donde pasa la ruta que va hacia la localidad de Prepressou) están la casa del Rey, la del ex presidente Henri Konan Bedié (quien sucediera al Presidente Houphouet Boigny y que fuera depuesto por el golpe militar de 1999) y el Hotel de la Paix ( un hotel 4 estrellas muy bonito, con pileta de natación y un restaurant con comida local abiertos al público. Pueden ver su página web aqui ). Hacia el este, casi en el límite con el bosque, hay una laguna de agua quieta con nenúfares y otras pantas, al borde de la cual hay una quinta de verduras que provee al mercado y dónde íbamos a abastecernos los sábados por la mañana.


Las únicas calles asfaltadas son las principales, el resto son de una tierra colorada que impregna el aire y todo lo que toca. Además de ésto hay un mercado al aire libre, un hospital, dos hoteles 2 estrellas, dos discothèques, varios maquis (restaurants locales), una iglesia católica, una mezquita grande (construida en 1995) y 9 pequeñas y una cincuentena de iglesias protestantes, entre ellas algunas netamente africanas como la Comunidad Celeste y la Dehima. Conforme me explicaron, el motivo de tan gran número de cultos en una ciudad relativamente pequeña radicaría en que los fieles no lo son mucho: parece ser que luego de unos años, prefieren iniciar su propio culto conforme a sus propias ideas, y así año tras año, nacen nuevas iglesias.


En lo que respecta a la población, Daoukro, como todo el N’zi Comoé a excepción de un Departamento (el de Bongouanou), es predominantemente de la etnia Baoulé, originaria de Ghana. Los miembros de esta etnia se caracterizan por ser buenos orfebres (trabajan particularmente bien el oro) por ser animistas (si bien en la actualidad la mayoría profesa también alguna otra religión), y por ser muy abiertos y amigables. Estar en “pays baoulé” (tierra baoulé) es estar en un lugar donde la gente es amable, donde acogen bien al recién llegado, donde es más fácil entablar una conversación en la calle, y hacer amigos. Asimismo, existe una importante comunidad libanesa, como en todo el país, dedicada fundamentalmente al comercio y muy integrada con la comunidad local.


Viví en Daoukro cinco meses intensos, en los que pasaron muchas cosas. Estuve enferma muchas veces (incluyendo dos veces con malaria), montamos de la nada una oficina y la pusimos en marcha, recorrimos la región con lluvia, con sol, con niebla y semana tras semana la empezamos a sentir nuestra. Fue algo raro: vivir en Daoukro no fue fácil y sin embargo llegué a encariñarme con la ciudad y su gente, con los niños que revoloteaban por las despensas ofreciendo llevar las bolsas de la compra por unas monedas, con la chica que nos enseñaba a negociar en el mercado para que no nos cobraran “precio de blanco” (más del doble), con el panadero que conocía nuestro paradero al instante y había aprendido a hacer pan redondo como le gustaba a los soldados belgas, con los chicos que me venían a mostrar su remera de la selección argentina con el 10 de Maradona o el 9 de Batistuta, hasta con el bioquímico del hospital que nos hacía los tests de malaria y se reía de nuestra cara de susto cuando daban positivo. “Descanse, tome vitamina C, tome los remedios y no se preocupe” decía como si la malaria que hay en Costa de Marfil no fuera la más grave, la tipo 4, la que puede devenir en cerebro-malaria.


Por eso, cuando pienso en Daoukro tengo la sensación que es un lugar donde el tiempo está quieto, donde la vida transcurre sin mucha pompa, de manera casi imperceptible. Pero donde, a pesar de todo, se está bien.






Una de las calles principales:




Techos de Daoukro



Casas y calles:



El Mercado:



NOTA: Daoukro se pronuncia Daukró, Bouake: Buaké, Yamoussoukro:Iamusukró, Baoulé: Baulé




3 oct 2009

Amor a la Africana I: La conquista



La conquista en Costa de Marfil es un asunto serio. Si no, miren esta foto del aviso de una fiesta en la localidad de Bocanda, region de N’zi Comoé:





Traduzco:

La segunda línea en verde, donde dice “Concours des meilleurs dragueurs”, quiere decir: “Concurso de los mejores seductores”.